domingo, 22 de enero de 2012

ROSQUILLAS

Bueno ya estoy aquí con otro rico y sencillo dulce para hacer que no cuesta nada y ahora en invierno apetece acompañar el desayuno o la merienda con unas ricas rosquillas.


Ingredientes:
4 huevos
3 tazas de azúcar molida
1 taza y ½ de aceite de girasol
1 taza y ½ de anís
1 sobre de levadura royal
1 kilo de harina aproximadamente tamizada 

Elaboración: Ponemos todos los ingredientes menos la harina en un bol (a poder ser bastante grande) y lo mezclamos hasta obtener una masa homogénea. (Lo mejor es ayudarnos de una batidora con varillas). Una vez que tenemos la masa vamos añadiendo la harina poco a por y seguimos mezclando con la ayuda de las varillas hasta que la pasta vaya espesando y se nos haga difícil el trabajo con la batidora (ojo, no hay que forzarla, que entonces os quedaréis sin batidora) y llega la mejor parte. Para seguir mezclando la harina con la masa para que esta continúe espesando ¡hay que mancharse las manos! Así que lo dicho nos mojamos las manos con un poco de aceita y las introducimos en la masa (si podemos tener un pinche de cocina mejor, así mancharemos menos) y vamos agregando harina poco a poco y la vamos mezclando con la ayuda de las manos como si estuviésemos amasando (el pinche de cocina es para que nos vaya echando la harina). continuaremos agregando harina hasta que la masa este espesa y ya le cueste admitir la harina.

Una vez que tenemos la masa la tapamos con un trapo o una servilleta y la dejamos reposar durante una hora.

Cuando halla pasado el tiempo es la hora de empezar a dar forma a nuestras rosquillas. Lo primero sobre una mesa o un encimera espolvoreamos harina para que no se nos queden pegadas y se rompan al cogerlas.

Y antes de ponernos con las rosquillas ponemos al fuego un recipiente (sartén o cazuela) con abundante aceite de girasol con la piel de un limón (sin la parte blanca que amarga mucho). Hay que tener en cuenta a la hora de calcular el aceite que vamos a echar en el recipiente que este ha de cubrir las rosquillas. El aceite estará listo para empezar a freír nuestras rosquillas cuando las pieles se hallan dorado, sin llegar a quemarse.


Pues lo dicho empezamos a dar forma a nuestras rosquillas y las ponemos sobre nuestra superficie enharinada  o en su defecto sobre papel de horno. El tamaño grosor, incluso la forma, depende de cada uno, en mi caso de la forma de toda la vida, y como están hechas a mano pues salen cada una de una madre, también venden artilugios para hacer las rosquillas y que te salgan todas igualicas, pero así parecen mas caseras.


Las vamos añadiendo a la sartén en mi caso cazuela. ¡Ojo! no es plan de llenar la sartén de rosquillas porque se pegaran, que no son patatas fritas. al principio se hundirán y cuando se vayan calentando subirán a la superficie. 

Y ya solo queda vigilar que se vayan dorando y darles la vuelta hasta que tengan el dorado que más nos guste. Cuando hallan cogido ese colorcico, las sacamos y las dejamos sobre una servilleta para quitar el exceso de aceite. Y por último las pasamos a un platico y las espolvoreamos con azúcar glas.

¡BUEN PROVECHO! 
                                          MIRIAM

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